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jueves, 21 de julio de 2016

Análisis del cuento de Vladimir Propp

A continuación se le presenta un cuento para realizar un análisis según la estructura de 31 funciones del Vladimir Propp.
Lea atentamente el cuento a continuación y luego cree un comentario con su nombre y las funciones (enumeradas y descritas) que encontró.

                          Pinocho
En una vieja carpintería, Geppetto, un señor amable y simpático, terminaba un día más de trabajo dando los últimos retoques de pintura a un muñeco de madera que había construido.
Al mirarlo, pensó: ¡qué bonito me ha quedado! Y como el muñeco había sido hecho de madera de pino, Geppetto decidió llamarlo Pinocho. Aquella noche, Geppeto se fue adormir deseando que su muñeco fuese un niño de verdad.
Pinocho
Siempre había deseado tener un hijo. Y al encontrarse profundamente dormido, llegó un hada buena y viendo a Pinocho tan bonito, quiso premiar al buen carpintero, dando, con su varita mágica, vida al muñeco.
Al día siguiente, cuando se despertó, Geppetto no daba crédito a sus ojos. Pinocho se movía, caminaba, se reía y hablaba como un niño de verdad, para alegría del viejo carpintero.
Feliz y muy satisfecho, Geppeto mandó a Pinocho a la escuela. Quería que fuese un niño muy listo y que aprendiera muchas cosas. Le acompañó su amigo Pepito Grillo, el consejero que le había dado el hada buena.
Pero, en el camino del colegio, Pinocho se hizo amigo de dos niños muy malos, siguiendo sus travesuras, e ignorando los consejos del grillito. En lugar de ir a la escuela, Pinocho decidió seguir a sus nuevos amigos, buscando aventuras no muy buenas.
Al ver esta situación, el hada buena le puso un hechizo. Por no ir a la escuela, le puso dos orejas de burro, y por portarse mal, cada vez que decía una mentira, le crecía la nariz poniéndosele colorada.
Pinocho acabó reconociendo que no estaba siendo bueno, y arrepentido decidió buscar a Geppetto. Supo entonces que Geppeto, al salir en su busca por el mar, había sido tragado por una enorme ballena. Pinocho, con la ayuda del grillito, se fue a la mar para rescatar al pobre viejecito.
Cuando Pinocho estuvo frente a la ballena le pidió que le devolviese a su papá, pero la ballena abrió muy grande su boca y se lo tragó también a él. Dentro de la tripa de la ballena, Geppetto y Pinocho se reencontraron. Y se pusieran a pensar cómo salir de allí.
Y gracias a Pepito Grillo encontraron una salida. Hicieron una fogata. El fuego hizo estornudar a la enorme ballena, y la balsa salió volando con sus tres tripulantes.
Todos se encontraban salvados. Pinocho volvió a casa y al colegio, y a partir de ese día siempre se ha comportado bien. Y en recompensa de su bondad el hada buena lo convirtió en un niño de carne y hueso, y fueron muy felices por muchos y muchos años.
FIN

viernes, 13 de diciembre de 2013

Froylan Turcios



José Froylán de Jesús Turcios (*7 de julio de 1874 en la ciudad de Juticalpa, departamento de Olancho, en la república de Honduras - San José, Costa Rica, 19 de noviembre de 1943).1 fue un poeta, narrador, editor, antólogo y periodista hondureño que junto a Juan Ramón Molina fue el intelectual de Honduras más importante de principios del siglo XX.

Froylan Turcios fue un connotado de las letras, además en el campo político fue nombrado Ministro de Gobernación, electo diputado para el Congreso Nacional y después delegado de Honduras ante la Sociedad de Naciones de Ginebra, Suiza. Como periodista dirigió el diario El Tiempo de la ciudad capital Tegucigalpa y fundó las revistas El Tiempo de Tegucigalpa, El Pensamiento (1894), Revista nueva (1902), Arte y Letras (1903) y Esfinge (1905), entre otras.
Una vez radicado en la república de Guatemala editó los periódicos El Tiempo (1904) y El Domingo (1908) a su regreso a su patria Honduras, dirigió los periódicos El Heraldo (1909), El Nuevo Tiempo (1911) y Boletín de la Defensa Nacional (1924).
Imbuido de las luchas americanistas, fue secretario privado del guerrillero patriota Augusto César Sandino en la república de Nicaragua, y en el plano literario amigo de Rubén Darío, Juan Ramón Molina y numerosas figuras del pensamiento universal. Realizó una férrea labor de defensa nacional, denunciando la política del Gran Garrote implementada por Estados Unidos de América en la región centroamericana y las Antillas.
Turcios fue un cuentista de finos rasgos preciosistas, inclinándose a los temas violentos. Inició en Honduras en el siglo XX el género del cuento. Además de cultivar la poesía preciosista, elaboró sus relatos como filigranas estilísticas. Sus textos en prosa, influidos por el italiano Gabriele D'Annunzio, se caracterizan por la pericia en la trama, el valor exacto y a la vez ornamental de las palabras y los finales inesperados o impactantes que marcaron luego buena parte del género en América Latina.5
En 1910 publicó la novela El vampiro, cuyo tema gira alrededor de la muerte y tiene un estilo modernista,6 razón por la cual la realidad no se ve reflejada directamente en la obra. Al año siguiente publicó otra novela más breve llamada El fantasma blanco. Entre sus volúmenes de poesía y cuento se hallan, entre otros:
  • Mariposas (1895),
  • Renglones (1899),
  • Hojas de otoño (1905),
  • Prosas nuevas (1914),
  • Floresta sonora (1915),
  • Cuentos del amor y de la muerte (1930),
  • Páginas de ayer (1932), y
  • Cuentos completos (1995).  
 imagenes de sus obras:



 link para la "Oracion del Hondureño"
www.unah.edu.hn/?cat=2878

Jose Adan Castellar







CASTELLAR, José Adam (9.04.1941)
Poeta hondureño. Nació en Atlántida el 9 de abril de 1941. Miembro de “La voz convocada”, grupo literario de la Ceiba, ha colaborado en los suplementos de los diarios el Día, La Prensa y el Tiempo, como también en la revista Presente. Obtuvo el premio “Iztam Na” de Literatura en 1982, el Premio Latinoamericano de Poesía “Roberto Sosa” en 1986 y el Premio Centroamericano de Poesía “Juan Ramón molina”. Tiene inédito dos libros de cuentos.
José Adam castellar es uno de los hondureños más preocupados por el oficio poético, sobresaliendo por un sostenido trabajo. Con poemas de libros anteriores y otros nuevos, configuró su último librito, unitario y memorable: También del mar; a él pertenece su antilógico poema “Vieja máquina del ferrocarril número 9”. En su poesía—escribió Roberto Araujo—“Hay una mezcla de fuerza viril y compasión por las cosas y las gentes. Las palabras están usadas en su plena desnudez… Esta manera de escribir le permite una expresión serena y directa”. Por su parte, Hellen Umaña sostiene que Castellar construye sus versos “no solo desde la entraña misma de las desgarraduras sociales, sino también desde el esperanzador batallar que puede llevar a su superación”.

OBRA.
 POESÍA. Ser (1961); Poema estacional (1966); Entre tanto (1970); Memoria en mano (1976); Rutina (1981); Sin olvidar la humillación (1983); Andar (1985); Digo, no es decir (1986); Pasión de claro oscuro (1988); También del mar (1991); Tiempo ganando al mundo (1989).




link para una de sus obras:

Ramon Amaya Amador







AMAYA AMADOR, Ramón
 (Olanchito, Honduras: 29.04.1916- Bratislava, Checoslovaquia: 24.11.1966)
Narrador, ensayista y dramaturgo, hondureño. Nació en Olanchito, el 29 de abril de 1916. Colaborador del periódico El Atlántico de la Ceiba, adversó la dictadura del General Tiburcio Carías Andino. En 1946 emigró a Guatemala, donde colaboró en periódicos como Diarios de Centroamérica, Medio día y en Vanguardia Revolucionaria, órgano del Partido Democrático Hondureño. Viajó a China y al Medio Oriente, dejando dos libros sobre cada experiencia: Bajo el siglo de la paz (1953) y Tierra santa, inédito. Al ser derrocado el gobierno de Jacobo Árbenz en 1954, se asiló en la Embajada de Argentina, país en donde contrajo matrimonio y escribió una obra teatral: Peste negra. En  1956, gracias a una amnistía, volvió a Honduras estableciéndose en Tegucigalpa como colaborador del diario El Cronista. Posteriormente viajó a Checoslovaquia y a otros países.   En 1963 concluyó su novela Con la misma herradura, editada 30 años más tarde, sobre la expedición a la Mosquita – a principios del siglo XVII – de los frailes Steven Verdelete y Juan Monteagudo. También escribió otra obra del cacique Lempira, símbolos de la resistencia indígena contra los españoles (El señor de la Sierra) y una más sobre los hermanos Cano, ex soldados de Morazán fusilados en 1843 con el pretexto de practicar la hechicería (Los brujos de llamatepeque).  El 24 de noviembre de 1966 perdió la vida en un accidente aéreo. 
Representante en Honduras de la novelas social, Ramón Amaya Amador se realizó como un consumado narrador de proyección internacional; traducido  al ruso y al alemán, sus principales obras fueron el testimonio al bananero,  Prisión verde (1950), que alcanzaría tres ediciones, y la recreación urbana, Cipotes (1981). También se dedicó a reconstruir hechos históricos de trascendencia Nacional.  Entre sus ensayos, vale citar: “Honduras: aproximaciones estructuradas”, Revistas de la universidad (junio, 1974).

OBRA. 
 NOVELA.  (Prisión verde 1950, 1957); Rieles gringos (1951); Amanecer (1953,1956); Constructores (1958); Cipotes (1981) El señor de la Sierra (1987); Los brujos de Ilamatepeque (1990); Con la misma herradura (1993).
TEATRO. Peste negra (1981); Síntesis de la historia de Honduras (1976).
CUENTOS. Cuentos completos (1997).
 




 link para una de sus obras:
http://books.google.hn/books/about/Cipotes.html?id=PWN6l0djP70C


Sobre el Autor. Max Sorto Batres: Ramón Amaya Amador. Vida y obra. Tegucigalpa, Secretaria de Cultura y Turismo, 1989.

Roberto Sosa







SOSA, Roberto  (18.04.1930)

Poeta y ensayista hondureño. Nació en Yoro el 18 de abril de 1930. Perteneció al grupo “Vidanueva”. Hizo estudios superiores en la Universidad  de Cincinnati, donde además impartió clases de Literatura Hispanoamericana y Española. Fue director de la revista Presente, que editaba Óscar Acosta,  y de la página literaria de la Prensa en San Pedro Sula.  En 1968 obtuvo el Premio “Adonais”  de poesía en 1971 el “Casa de las Américas”.  En 1972 se le otorgó el Premio Nacional de Literatura  “Ramón Rosa”  y en 1980 obtuvo el Itzam Ná. Sus libros Los pobres y  Un mundo para todos dividido, se tradujeron al francés y el primero al inglés. En 1990 apareció en volumen su Obra completa, ilustrada con la crítica que han suscitado sus poemarios.

Solitaria, la poesía de Roberto Sosa- cuyo equilibrio formal y temático ha alcanzado una sostenida perfección- marcó una ruptura en la tradición hondureña que, a su vez, ha enriquecido y depurado. De ahí su trascendencia y repercusión en el extranjero. En efecto, seis volúmenes de sus versos – entre 1977 y 1995---- se editaron en francés, inglés y alemán.


OBRA. POESÍA. Caligramas (1959); Muros (1966); Mar interior (1967); Los pobres (1969); Un mundo para todos dividido (1971); Secreto militar (1985); Hasta el sol de hoy. Antología poética (1987);  Obra completa (1990); Máscara suelta (1994); El llanto de las cosas (1995); Antología personal (1998). ENSAYO. Breve estudio sobre la poesía y su creación personal (1969); Prosa armada (1981). ENTREVISTA. Dialogo de sombras (1993). ANTALOGÍA. Antología de la nueva poesía hondureña (1967); y antología del cuento hondureño (1968); en coautoría con Óscar Acosta; Nombres para una espada (1992); Documentos para la historia de Honduras (1999); 5 vols.; Piano vacío (2002); Honduras: poesía política (2001).

Caratulas de obras 





 link para encontrar una obra poetica de este autor: 
www.artepoetica.net/Roberto_Sosa.pdf